lunes, 26 de octubre de 2009

Novedades en el caso Millet: inversiones en Bolsa con dinero del Palau, y CiU miraba para otro lado...


Millet invirtió en Bolsa con el dinero de las cuentas del Palau de la Música

En 2003, desvió casi un millón de euros en acciones e imposiciones a fondos

La presidencia del Palau de la Música sirvió a Fèlix Millet para usar a su antojo las cuentas de la asociación y la fundación del Orfeó Català. El imputado y su mano derecha, Jordi Montull, no sólo utilizaron los fondos y el capital de las entidades para realizar transacciones inmobiliarias, sino que también eran una plataforma para inversiones financieras.

La presidencia del Palau de la Música sirvió a Fèlix Millet para usar a su antojo las cuentas de la asociación y la fundación del Orfeó Català. El imputado y su mano derecha, Jordi Montull, no sólo utilizaron los fondos y el capital de las entidades para realizar transacciones inmobiliarias, sino que también eran una plataforma para inversiones financieras. La auditoría que investiga las cuentas de las entidades ha hallado ya numerosas operaciones de compraventa de acciones e imposiciones en depósitos a plazo fijo y fondos de inversión. Sólo en 2003, Millet desvió cerca de un millón de euros en inversiones.
(más información en EL PAIS).

(La Voz de Barcelona)

Una auditoría de la Intervención General del Departamento de Economía y Finanzas de la Generalidad, realizada en junio de 2003, así como un informe de la Sindicatura de Cuentas de 2002, revelaron irregularidades ‘relevantes’ en la gestión económica del Palacio de la Música y del Orfeón Catalán.

Según ha informado este sábado El País, el Gobierno autonómico de Jordi Pujol tenía constancia de que el Consorcio del Palacio de la Música, integrado por las administraciones públicas y dirigido por Fèlix Millet, desvió 539.424 euros entre 2001 y 2002 insuficientemente justificados en concepto de ‘colaboraciones’ hacia la Asociación Orfeón Catalán, también dirigida por Millet y centro de la polémica actual.

El informe sobre las cuentas del consorcio también recogía irregularidades en los ‘arqueos de caja’, en los contratos de Millet y Montull, en sus gastos en comidas, así como otras anomalías contables.



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