jueves, 22 de julio de 2010

Los independentistas son vecinos incívicos: Reagrupament amenaza a C's ante su sede.

Ciudadanos denuncia un alud de agresiones independentistas a sus militantes


Mobbing o algo peor. Eso es lo que le ocurre a Ciudadanos con su sede nacional, en el céntrico Paseo de Gracia de Barcelona. En enero del 2010, la formación que lidera Albert Rivera se mudó a un edificio en esta céntrica avenida y sólo la casualidad quiso que otro partido, pero de ideas contrarias, aterrizase en el mismo número el pasado 16 de junio: los de Reagrupament, que lidera el ex consejero de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Joan Carretero, una formación que apuesta abiertamente por la independencia.

En realidad, puede no ser tanta casualidad. En la última planta del edificio tiene también su sede la emisora Flaix, del periodista Miquel Calzada, más conocido como Mikimoto, cercano a las tesis de Reagrupament. Flaix cedió una de las salas en la planta novena al partido de Carretero, que se instaló en ella hace justamente un mes. Pero Reagrupament y Ciudadanos son como el agua y el aceite. Y los independentistas no estaban, al parecer, muy a gusto con sus nuevos vecinos.

Desde que se instalaron en la escalera, han sido frecuentes los gritos de “Hijos de puta”, “cabrones”, “botiflers, foteu el camp [traidores, marchaos]”, etcétera. Además, intentaron robar el logotipo de Ciudadanos que había en la puerta del inmueble. El fin de semana en que se celebró la gran manifestación de Barcelona en protesta por el recorte del texto del Estatuto, una pegatina de Reagrupament fue superpuesta a la de Ciudadanos. Y el día 11 de julio, sobre las 2 del mediodía, un grupo de independentistas volvió a amenazar y a insultar desde el rellano a los ciudadanos que se encontraban en el interior.

“La gente ya empieza a tener miedo, porque el día 11 ya no fue un insulto aislado, sino que ya había un grupo insultando”, señala a El Confidencial el portavoz de C’s, Jordi Cañas. Tanto, que ya han iniciado gestiones para intentar adoptar alguna medida de seguridad. Cañas señala también que cuando comenzaron los incidentes “hablamos con el presidente de la escalera para dejar constancia de lo que nos estaba pasando, porque continuamente oíamos gritos de ‘fascistas’, ‘españoles de mierda’ o ‘dejad de hacer mal a Cataluña’. Y allí sólo hay una gestoría, una oficina de Muface y nosotros, por lo que los insultos sólo se pueden dirigir a uno de nosotros tres”.

Ahora, Ciudadanos ha tirado por la calle de en medio y ha presentado una denuncia ante los Mossos d’Esquadra denunciando los insultos y las coacciones. “Desgraciadamente, llega un momento en que, encima, parece que tú provoques estos incidentes. Nosotros nos habíamos trasladado hace seis meses para estar tranquilos y tuvimos la mala suerte de que los de Reagrupament vienen a ubicarse encima de nosotros”.

Además, temen que las cosas puedan pasar a mayores, puesto que las amenazas, incluso de muerte, comienzan a proliferar en algunos comentarios de ultranacionalistas que se escudan en el anonimato de Internet. “Hemos estado siguiendo los comentarios que hay en los foros independentistas y cada vez son más radicales. Por eso nos preocupamos y denunciamos el acoso al que nos someten. Además, si pasa algo, ya habrá constancia de por dónde vienen los tiros”. Cañas se duele de que “el clima está cada vez más enrarecido” y denuncia las “soflamas protobélicas” que los grupúsculos radicales lanzan diariamente. En la denuncia, se recogen las declaraciones del presidente de la escalera, que les dijo a los representantes de C’s que “en 15 años, no se produjo ningún incidente” en el inmueble y que esto sólo ocurre desde que Reagrupament llegó al lugar.

Puigcercós declara la guerra

El portavoz de Ciudadanos señala que “lo malo es que todos están utilizando un tipo de discurso muy agresivo, incluso bélico”. Y añade que muchos visitantes de Reagrupament suelen ser jóvenes. “Y claro, cuando los papás incitan, los cachorros actúan”.

Una muestra de este discurso agresivo fue el del presidente republicano, Joan Puigcercós, ante las juventudes de su partido el pasado fin de semana. “El Estado nos ha declarado la guerra y el TC ha marcado el punto y final”, dijo Puigcercós. “Por ello -añadió-, tenemos el derecho y tenemos la obligación de ser insumisos. Nosotros no acataremos la sentencia, ni cambiaremos ninguna ley, porque acatar la sentencia es negar la libertad”.

Su mensaje fue contestado por el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que le instó “a rectificar, a dejar de incitar al odio, a la violencia y a la confrontación”, ya que, de lo contrario, “desde C’s nos veremos obligados a llegar a los tribunales”. El líder de Ciudadanos fue más lejos y afirmó que “escuchando las declaraciones de guerra que ha hecho Puigcercós ante las juventudes de su partido, entendemos que éstos amenacen de muerte a militantes de C’s, porque es él quien pone la diana”.

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