jueves, 25 de febrero de 2010

Noticia increíble: ¡Montilla trabajó una vez!

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José Montilla, ese gran desconocido. Se dice en su biografía recién publicada que una vez ¡TRABAJÓ! en un taller de artes gráficas en Esplugues de Llobregat. A partir de entonces, se metió en política... y ahí lo tenemos: de maoista a nacionalista. ¡Todo por un sillón!

Una biografía sobre Montilla revela las claves de su ascenso a la Generalitat


(El Confidencial)
(Información embargada hasta las 24 horas) Barcelona, 24 feb (EFE).- El presidente catalán, José Montilla, ha asegurado en un libro biográfico que se vio obligado por las circunstancias a presentarse como candidato del PSC al Govern, relevando a un Pasqual Maragall que, según sugieren en dicho relato fuentes que no quisieron revelar su nombre, padecía de Alzheimer antes de dejar la presidencia.

El libro "Descubriendo Montilla", escrito por Gabriel Pernau y editado por RBA (La Magrana, en catalán), hace un amplio repaso a la vida personal y política del 128º presidente de la Generalitat y revela circunstancias de su vida poco conocidas hasta ahora.

Entre ellas, el suicidio de su hermano pequeño en 1996 y que un hombre de su máxima confianza como es el secretario de organización del PSC, José Zaragoza, se opusiera férreamente a que Montilla asumiese en 2006 el cartel electoral.

También asegura el autor que Pasqual Maragall había pensado en Montilla para ser su conseller de Interior, pero que éste esquivó la sugerencia porque ya había pensado en ser el cartel electoral del PSC en las generales puesto que Narcís Serra dejaba la política.

Aunque el libro se nutre de numerosas personas y amigos conocidos del entorno de Montilla, el autor se acoge a la confidencialidad de sus fuentes para sugerir que el relevo de Maragall no fue orquestado por Montilla con el apoyo de José Luis Rodríguez Zapatero.

El autor sostiene que Montilla se vio obligado por las circunstancias -Maragall expulsó a ERC del Govern tras negarse a apoyar el Estatut y este partido no le apoyaría en un segundo mandato- al tiempo que la enfermedad de Maragall estaba en boca de muchos dirigentes.

A pesar de no haber concedido entrevistas desde que es secretario general de Presidencia y hombre en la sombra del presidente de la Generalitat, Isaías Táboas participa en este relato y define a Montilla como un líder "muy calvinista" por su austeridad y sentido de la responsabilidad, y "reservado en extremo".

Táboas segura que Montilla quería continuar ejerciendo como ministro de Industria, pero que el primer tripartito "se degradó tanto que tuvo que asumir que era el primer secretario" del PSC.

El autor del libro, Gabriel Pernau, recuerda las presiones que Maragall tuvo para dejar el cartel electoral del PSC, y reproduce una supuesta conversación entre Maragall y Montilla en la primavera de 2006 en la que el entonces presidente le preguntó abiertamente si quería ser candidato.

"Mira, si tengo tu apoyo, sí. Pero si lo he de ser en contra tuya, no lo seré, esto también te lo digo", dijo Montilla a Maragall, que descartaron de mutuo acuerdo hacer "tándem".

En este punto, el autor del libro asegura, a partir de entrevistas realizadas a diversas personas, que la renuncia de Maragall "no fue motivada sólo por razones políticas", sino que había un "vínculo directo" entre la enfermedad que padece el ex presidente y la candidatura de Montilla.

Según el relato, Montilla jamás dijo que se iba a presentar como cartel electoral hasta que Maragall renunció a presentarse e incluso la esposa del actual presidente de la Generalitat, Anna Hernández, asegura al final del libro que Zapatero "en absoluto" tuvo nada que ver con la defenestración de Maragall.

Esta extensa biografía de Montilla no sólo relata su vida política, desde que fue alcalde de Cornellà de Llobregat (Barcelona), sino que se adentra en su vida más personal, desde su nacimiento en Iznájar (Córdoba), su paso por Puente Genil y su llegada en julio de 1971 a Cataluña.

Montilla llega con su padre a la estación de autobuses de Poblenou, en Barcelona, y consigue su primer trabajo en una empresa de artes gráficas en Esplugues de Llobregat (Barcelona).

Pernau rememora a un Montilla barbudo y con melena, militante del PCE(i), Partido Comunista de España Internacional, cuyo apodo en la lucha antifranquista era el de "Guerrillero", por su activismo.

Tras su paso por el marxismo-leninismo y muy influido por el maoísmo, Montilla se afilia al PSC cuando sus tres ramas iniciales deciden fusionarse, partido con el que empezaría de concejal en Sant Joan Despí y, a la postre, acabaría siendo ministro de España y presidente de Cataluña, el primero proveniente de la "inmigración".

EFE ce/mg/br

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