martes, 9 de febrero de 2010

Almudena Negro: ¿El PP como solución? ¡Anda ya!

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Es un clamor entre la gente de la calle. Incluso entre quienes proclamaban en su día la victoria de Solbes frente a Pizarro porque habían decidido votar el modelo económico propuesto por los de la ceja. El modelo de los más de 4 millones de parados. O entre quienes se creían, por ingenuidad, necesidad o sectarismo complacientemente cualquier trola, como la del pleno empleo que perseguirá a ZP indefectiblemente durante el resto de su vida pública. La inmensa mayoría de ellos quieren ver ahora a ZP en la gigantesca cola del INEM.

En el seno del propio PSOE hay quienes ya no saben qué hacer para soltar el lastre que para su partido representa un cada día menos creíble y más en sus gestos crispado José Luis Rodríguez Zapatero, para quien los días de vino y rosas han terminado de forma abrupta. A tal punto llega la cosa que “mienmano” pide un gobierno PSOE-PP, a ver si pringa a los de Rajoy en el desastre, o que Barreda, el sucesor de Bono y rival de María Dolores de Cospedal, temiendo perder el feudo castellano manchego, pide una austeridad que es inmediatamente denegada por el compañero Alonso.

Evidentemente hace ya mucho tiempo que el gobierno de incompetentes y ante todo sectarios insolventes que preside ZP tenía que haber caído. Bastaría para ello, en una sociedad abierta, el “caso Faisán”, que es un caso de colaboración con banda armada. Sin embargo, nos encontramos con que la encuesta del gubernamental CIS, que tomaré como referencia, arroja una diferencia a favor de los populares de sólo 3.8 puntos. Una birria. La diferencia, con la que está cayendo y la que está liando el demagogo debería ser, por lo menos, de 15 puntos. Mariano Rajoy es peor valorado por los españolitos que Rodríguez Zapatero, lo cual no me digan que no es para nota.

Y es que, si bien es cierto que el gobierno oscila a diario entre la hecatombe y el ridículo y que jamás podrá sacarnos de esta crisis económica, política y moral consecuencia del propio Estado de los Partidos por una parte, de una crisis internacional y de la incompetencia y el partidismo del PSOE por otra, cuando miramos enfrente el panorama resulta realmente desolador. Me entero que Regina Otaola, la mujer que alzó la bandera de la libertad en forma de enseña nacional en Lizarza, ha decidido, como antes lo hiciera María San Gil, no volver a presentarse a unas elecciones por el Partido Popular. PP que como partido nacional, tengo para mí que desde el mismo instante en que José Antonio Ortega Lara, símbolo viviente del horror nacionalista-socialista, abandonó la formación, está muerto. Aunque gane las Elecciones Generales. Quedan las taifas, un partido “à la PSOE” con pulsiones fratricidas de esas que ya aburren infinitamente al personal.

Viendo las encuestas no debo de ser la única que así lo percibe. El PP, pese a aumentar su distancia con respecto a los socialistas, cae en votos, poniendo de manifiesto el desapego cada vez mayor de la ciudadanía con respecto a la casta política. A toda la casta política. Por burocrática, elitista, distante, feudal y corrupta.

Sinceramente, ¿creen ustedes que Mariano Rajoy reduciría el gasto público, se apretaría el cinturón y nos bajaría los impuestos? Piensen en la faraónica deuda, miles de millones de euros, que Alberto Ruiz-Gallardón va a dejar en la capital ¿Qué política energética defiende el PP? ¿Centrales nucleares sí pero alojar los residuos nucleares no? Por favor ¡si no tienen ni siquiera redaños para oponerse a la “ley de patada en el router” que instaura la censura previa, liquida la Justicia y acaba con la libertad de expresión en Internet que la totalitaria González-Sinde pretende, a favor de entidades privadas de sus amigos, aprobar! Conocido el proyecto de liberticidio que el gobierno quiere perpetrar contra los internautas, esto es, contra todos los españoles, el PP, de la mano de José María Lasalle, contando con un vergonzante silencio de Esteban González Pons, se ha puesto de perfil. ¿Y la educación? ¿Ven ustedes capaz a Mariano Rajoy de acometer la reforma educativa que España necesita y que pasa ineludiblemente por dictar una orden de alejamiento contra comisarios políticos, pedagogos y defensores de la “escuela comprensiva” de los niños, infantes como aquellos cuyas mentes han asesinado por decenas de miles durante las últimas décadas, así como por la recuperación de conceptos olvidados como autoridad del profesor, premio a la excelencia, reconocimiento del mérito y competencia? ¿Se imaginan a Rajoy fajándose para derogar la ley socialista del Poder Judicial de 1985 que establecía que a los Jueces de los altos tribunales (políticos) los eligen en el Congreso? ¿O retirando competencias que jamás se tenían que haber cedido a las costosas e ineficaces Comunidades Autónomas? ¿Creen ustedes que el PP pondría fin a la persecución del aprendizaje del español en España? ¿Qué creen que les contestaría la niña de 10 años valenciana a la cual dos nazis metidas a docentes han suspendido los exámenes, que no contenían fallos, por hacerlos en español? ¿O piensan por el contrario que el PP volvería al buen rollito del consenso socialdemócrata, origen de la quiebra?

Qué quieren que les diga: llegados a este punto en el que no sólo debería dimitir ZP sino abdicar el Jefe del Estado como máximo responsable de la quiebra que ya se ha producido, al menos a mí, tanto me dan Juana, como su hermana. Ninguno de los partidos del régimen es la solución. Son el problema.

(Publicado en España Liberal)

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