lunes, 6 de abril de 2009

Juan Van-Halen: Rosa Díez o el camino a ninguna parte

A doña Rosita la pastelera, se le está viendo el plumero, y ya son muchos los periodistas y columnistas que le están calando, bien calada. Hoy he encontrado en la prensa esta "perla" que le dedica el senador Juan Van-Halen.

ROSA DÍEZ O EL CAMINO A NINGUNA PARTE

La abstención de Gorka Maneiro, único diputado de UPyD en el Parlamento Vasco, en la elección de Arantza Quiroga como presidenta, es un paso más, no el único, en el camino contradictorio que sigue el partido de Rosa Díez.

Hace apenas dos semanas, en el primer reto que afrontaba, su I Congreso Nacional, el partido de Rosa Díez atravesó un delicado momento cuando Javier Carroquino, responsable de UPyD en Aragón, presentó una enmienda a la totalidad del Reglamento de Organización del Congreso exigiendo listas abiertas para la elección de la dirección del partido. Se produjo un debate muy tenso, en el que Rosa Díez amenazó con abandonar el partido si salía adelante la enmienda. Gorriarán llegó a afirmar algo así como “esto es lo que hay, y al que no le guste que se largue”. Otro dirigente, Luis Bouza, le tomó la palabra y se fue. Carroquino se lo piensa. Mikel Buesa parece que queda como voz disidente.

El más conocido como “partido de Rosa Díez” que por su denominación real, lleva camino de ser una segunda edición de “Ciutadans de Catalunya”, está arrinconado por sus contradicciones internas y por el personalismo de algunos de sus dirigentes. Pero ¿quién es en realidad Rosa Díez?

El primer renglón notable de su trayectoria política lo escribió siendo Consejera de Comercio, Consumo y Turismo del Gobierno vasco de coalición PSOE-PNV bajo la presidencia de José Antonio Ardanza. En aquel tiempo la única bandera que aparece en su despacho es la ikurriña, y no se conoce entonces ninguna protesta suya por el hecho de que la bandera española no ondease en el palacio de Ajuria Enea, sede del Gobierno vasco del que ella era Consejera. De aquel tiempo es su fotografía mirando embobada a Fidel Castro mientras le abraza. Lo que no impide que ahora declare como cabeza de UPyD: “si ser de izquierdas en política exterior es tener como referentes a Fidel Castro o a Chávez…entonces somos de derechas”.

Rosa Díez en aquellos tiempos se dedicó eficazmente desde su cargo a “hacer país”, con leyes importantes, en su ámbito, que debilitaban la presencia del Gobierno central. Entonces nadie la escuchó defender la educación bilingüe, el peso del idioma castellano, ni el “nacionalismo” español que ahora prodiga. En cuanto a su defensa de la libertad de expresión sirva como ejemplo que gracias a ella el académico y humorista Antonio Mingote se vio por primera y única vez querellado en los tribunales. Rosa Díez se querelló a cuento de una viñeta en ABC en la que el humorista reflejaba el drama del terrorismo en el País Vasco, en contraste con el lema inventado por la Consejera de Turismo: “Ven y cuéntalo”.

La trayectoria política de Rosa Díez es una pura contradicción. De “colaboradora necesaria” del PNV ha pasado a fervorosa antinacionalista. De sus tiempos de Consejera de Consumo los empresarios recuerdan su apoyo a los industriales afines al PNV, y su cercanía a la empresa Eroski, de las Cooperativas de Mondragón, que se sabe bien de que pie cojean. Ahora ha asumido un “españolismo” que antes nadie que la conoció recuerda. Entre ambos extremos de su trayectoria política, Rosa Díez disputó la candidatura a la secretaría general del PSOE en el País Vasco a Nicolás Redondo Terreros, que había decidido en julio de 1998 que los socialistas abandonaran el Gobierno vasco cuando el PNV firmó acuerdos con Herri Batasuna, lo que Redondo consideró “una deslealtad”. A Rosa Diez le sentó mal abandonar la Consejería, pero no ganó la carrera de la secretaría general de los socialistas vascos.

En 1999 encabezó la candidatura del PSOE a las elecciones europeas. De ese momento se recuerda su feroz campaña contra Loyola de Palacio, que encabezaba la candidatura del PP, a cuento de la denuncia del juez Garzón sobre el llamado “caso del lino” que acusaba a algunos responsables del Ministerio de Agricultura, del que era titular Loyola de Palacio, de aprovecharse irregularmente de las ayudas europeas para la producción y comercialización del lino. Díez pidió machaconamente la dimisión de Palacio, que ya era Vicepresidenta y Comisaria de Transportes y Energía de la Comisión Europea. Años más tarde los tribunales acordaron la libre absolución de todos los acusados, pero Garzón, los medios afines al PSOE, y muy particularmente el entonces presidente de Castilla La Mancha, José Bono, y Rosa Díez habían trabajado a conciencia y el daño moral estaba hecho. Ni Loyola de Palacio, ni uno de los acusados, Carlos Moro, vivieron para conocer que los tribunales les daban la razón.

En su primera legislatura europea, Rosa Díez intentó convertirse en secretaria general del PSOE compitiendo con Zapatero y con su viejo amigo Bono. Consiguió pocos apoyos en aquella carrera, contratiempo que, según quienes la conocen, fue un duro golpe para su orgullo.

En su segunda legislatura europea, en una deserción calculada, dio el salto a la política nacional fundando UPyD; en este partido el “capital” es ella misma. Las líneas programáticas de UPyD son pragmáticas y oportunistas. Rosa Díez al mismo tiempo defiende la ilegalización de los Ayuntamientos de ANV o el idioma castellano que la ampliación del aborto o la eutanasia. Sólo hay que seguir sus votaciones, como diputada del Grupo Mixto en el Congreso, junto al PSOE en asuntos que hábilmente logra escamotear a la opinión. Y en lo demás repite lo que el PP lleva defendiendo desde su constitución que, con la misma habilidad, presenta como propio. Con apoyos mediáticos importantes, y muchas veces poco explicables en buena lógica, Rosa Díez intenta “pescar en río revuelto” y arañar votos al tiempo del PSOE y el PP.

Y hablando de apoyos mediáticos importantes, no es obvio recordar que el diario “El Mundo” que apoyó tanto las “listas abiertas” como alternativa al sistema reglamentario del último Congreso del PP en Valencia, ha definido como “lección de democracia interna” el mismo modelo del PP en Valencia aplicado por Rosa Díez en su I Congreso Nacional. Tampoco es obvio recordar que “El Mundo” no reflejó en su información sobre la constitución del Parlamento Vasco (sábado 4 de abril) que UPyD no apoyó a la candidata constitucionalista a Presidenta, Arantza Quiroga. Pero si informa de que el voto de UPyD hubiese sido decisivo de producirse la ausencia de una diputada socialista que esperaba un hijo. Hay que echarse a temblar: ¿y si en ese caso se abstiene, como hizo, y sale elegida la candidata del PNV? ¿O es que el voto de UPyD hubiese cambiado entonces? Eso demostraría que el partido de Rosa Díez se mueve por estrategias de corto recorrido y no por principios. En el País Vasco o estás con los constitucionalistas o estás con los nacionalistas. No se puede en rigor mirar para otro lado. No hay lugar responsable para la abstención.

UPyD, tras no cumplir sus objetivos electorales en Galicia y en el País Vasco, entre contradicciones y primeras disidencias internas, se encara con un futuro en el que su posición de indefinición calculada no encontrará el eco esperado. Es el camino hacia ninguna parte. Rosa Díez es una mujer valiente con una trayectoria socialista notable. Lo de ahora no sabemos si responde a una conversión sincera o a una estrategia oportunista. Desde luego, los que la conocían en sus tiempos de auxiliar administrativa en la Delegación de la Consejería de Industria del Gobierno vasco en Bilbao, afirman que Rosa Díez era ya una mujer de carácter.

6 comentarios:

Nidiestronisiniestro dijo...

Bueno, supongo que si le das tanta credibilidad a este señor, suscribiras eso de que C's es un partido "arrinconado por sus contradicciones internas y por el personalismo de algunos de sus dirigentes".

Luis Fernández del Campo dijo...

Pues no, no suscribo eso exactamente, aunque sí que existe "personalismo en alguno de sus dirigentes" (hay alguno que trabaja deslealmente mirando más a UPyD que a su propio partido, o bien alguno que querría desbancar al actual ejecutivo, pidiendo continuamente una Asamblea Extraordinaria). Pero estos dirigentes que probablemente cite este escritor no dirigen actualmente el partido. Te animo a preguntarle al autor a quién se refiere....

Luis Fernández del Campo dijo...

Aunque ahora que me doy cuenta... el autor en esa frase se está refiriendo a UPyD, partido caracterizado por su ausencia de democracia interna, en el que todo se decide entre dos o a lo sumo tres personas. Con un nada acertado criterio, por cierto.

Nidiestronisiniestro dijo...

Se refiere tambié a C's, del que dice que UPyD es una segunda edición por esas mismas razones.

Luis Fernández del Campo dijo...

Yo no lo veo así... UPyD podría ser una segunda edición, sacada sin haberse agotado la primera, y sin democracia interna. Algo totalmente novedoso respecto a C's, y muy en la línea de lo que los políticos profesionales prefieren. Al estilo de Bulgaria, o del PP en Valencia.
Pero no te preocupes por C's, acabaremos solucionando los problemillas de ciertos egos, por la fuerza de los votos, como siempre.

Nidiestronisiniestro dijo...

Efectivamente, acabaréis sin nadie que os vote, y vuestro ego se reducirá hasta la nada. ¿Tanto os escuece que UPyD rechace vuestras ofertas de coalición?