sábado, 14 de febrero de 2009

La crisis arrecia: Un empresario arruinado asalta bancos


La noticia que recoge hoy la prensa catalana es un síntoma más de la crisis, un caso extremo que muestra a lo que un empresario desesperado puede llegar. No es un ejemplo a seguir, por supuesto, pero sí un síntoma de la grave situación que vivimos.

Como dicen los mendigos profesionales, "es triste tener que pedir, pero más triste sería tener que robar".


• Empezó a robar por la crisis de su empresa, que había entrado en concurso de acreedores
• El arrestado se inspiró en 'El Solitario' para llevar a cabo sus delitos, según los Mossos

Los Mossos de Esquadra detuvieron ayer A.C.G., un empresario vecino de Lleida acusado de realizar cuatro atracos consumados a entidades bancarias. Según la policía autonómica, el arrestado se inspiró en El Solitario para llevar a cabo sus delitos.

Según han informado los Mossos en un comunicado, el detenido, un empresario del sector de la construcción, ha declarado que inició los robos a causa de la crisis que atravesaba su empresa, que había entrado en concurso de acreedores.

En la manera de operar, A.C.G. se había inspirado en el atracador más buscado de España, Jaime Jiménez Arbe, El Solitario , que fue detenido en el 2007 después de años de dedicarse a atracar sucursales bancarias.

Como Jiménez Arbe, el empresario atracador buscaba sucursales aisladas y evitaba dejar huellas dactilares con esparadrapo en sus dedos y pretendía dar golpes esporádicos que le permitiesen cubrir las pérdidas de su empresa.

Robos meticulosos

En el momento de la detención, el empresario se disponía a atracar una quinta entidad e iba armado con una navaja y un revólver. Según han informado los Mossos, el arrestado realizaba los robos con un operativo meticuloso.

Tras vigilar las entidades y asegurarse de que solo quedaba dentro una persona, el presunto atracador se cambiaba su ropa por la de un "operario", y entraba en la entidad armado con un revólver y cubierto con una gorra y unas gafas.

Una vez dentro, A.C.G. intimidaba a la persona que se encontraba en la oficina con un revólver, la ataba y la dejaba encerrada en una habitación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y la administración atraca al ciudadano, multas y sanciones en mano.