jueves, 26 de febrero de 2009

¿Qué puede votar un "ciudadano" en Galicia?



Ciudadanos no concurre en esta ocasión a las elecciones autonómicas vascas ni gallegas. El principal motivo es el de no restar votos a los partidos constitucionalistas que y puedan convertirse en una seria opción de gobierno. Este planteamiento viene siendo apoyado por algunos blogueros (ver: 'Responsabilidad en un momento histórico'), e incluso por la prensa nacional, tal como se recoge en este editorial de MINUTO DIGITAL:




Un escaño en La Coruña y otro en Pontevedra están bailando según todas las encuestas publicadas esta semana en cuanto a la intención de voto en Galicia, que señalan a un 26 % de indecisos. Del lado del que caigan hará que el bipartito revalide mandato o devolverá al PP la mayoría absoluta. Por ello hasta unos miles de votos pueden desequilibrar la balanza de un lado u otro. En Galicia nadie da a UPyD la oportunidad de obtener representación en la cámara autonómica, por tanto los votos que vayan a parar a esa formación serán votos perdidos a la hora de frenar al nacionalismo. Guste o disguste, la única forma de evitar un gobierno nacionalista en Galicia es acudir al voto útil al PP de Feijoo. Los votos de castigo hay que dejarlos para las intrascendentales elecciones europeas, donde los ciudadanos no nos jugamos nada y sí los políticos.

Como trasfondo la guerra interna en el PP. A nadie se le escapa que el éxito de UPyD reside en la publicidad que Losantos desde Las mañanas de la COPE y El Mundo de Pedro J. han hecho a Rosa Diez. El problema, dejando aparte la incoherencia de que el sector más a la derecha del PP, conservador y católico, acabe votando a un partido de izquierda, laico y liberal -porque UPyD no se ha convertido, al menos de momento, en un partido transversal, pese a lo meritorio que tiene que alguien en la izquierda española por fin defienda la unidad nacional-, el problema, decíamos, es que el precio a pagar por desalojar a Rajoy es demasiado alto si se verifica a costa de que los ciudadanos tengan que soportar 4 años más de gobierno nacional-socialista en Galicia, con el riesgo añadido de abrir definitivamente otra costura en la ya de por sí rota cohesión nacional. Sólo faltaba que a Cataluña y País Vasco se le sumase Galicia, lo que sin duda sucederá en caso de revalidar el bipartito otro mandato, porque a estas alturas nadie puede llamarse a engaño sobre cual va a ser la orientación que den los nacionalistas del BNG a tal gobierno y la influencia que va a tener sobre la población.

Votar a UPyD como castigo a Rajoy en las gallegas, es olvidar que hay otras prioridades, por mucho que el PP con su ambigüedad sea parte del problema que sufrimos o que sus líderes sean incapaces de transmitir un mensaje claro en la defensa de la unidad de España. La prioridad en Galicia es evitar un gobierno de corte nacionalista y para ello hace falta garantizar con todos los votos posibles la mayoría absoluta del PP, lo contrario es una irresponsabilidad.

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