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No entendemos por qué la fiesta de nuestra comunidad autónoma representa solo a nacionalistas y separatistas, dejando fuera a esa mayoría de ciudadanos que no comulgan con su doctrina nacionalista.
La Diada de Cataluña es para C’s una fecha de reivindicación política. Nosotros somos el único partido que no vamos a poner flores a Rafael Casanova, que no vamos a rendir pleitesía a un mito del nacionalismo, y que decimos no a la manipulación de la historia en que los nacionalistas han convertido este día.
La Diada de Cataluña es para C’s una fecha de reivindicación política. Nosotros somos el único partido que no vamos a poner flores a Rafael Casanova, que no vamos a rendir pleitesía a un mito del nacionalismo, y que decimos no a la manipulación de la historia en que los nacionalistas han convertido este día.
C’s no entiende por qué la fiesta de nuestra comunidad autónoma solo representa a los nacionalistas y a los separatistas, dejando fuera a esa mayoría de ciudadanos que no comulgan con su doctrina totalitaria. El 11 de septiembre es una fiesta que no une sino que separa y que es el ejemplo evidente de cómo la Cataluña oficial vive de espaldas de la Cataluña real sin que le importe.
Por eso, en Ciudadanos celebramos cada año una diada alternativa delante del monumento al President Tarradellas, aquel que dijo “ciutadans de Catalunya” con la intención de no diferenciar a los ciudadanos en función de su origen, lo opuesto de lo que simboliza la ofrenda floral a Casanova.
Este año nos reunimos más de trescientas personas en nuestro punto de encuentro tradicional en esta fecha, la Avenida Josep Tarradellas de Barcelona. En el acto intervinieron el escritor y fundador de Foro Ermua, Iñaki Ezkerra, la nueva diputada autonómica de C’s, Carmen de Rivera, y el presidente de nuestro partido, Albert Rivera.
Ezkerra fundamentó su brillante discurso en el arma que más duele al nacionalismo: la ironía, recordando que “el hecho de que el 11 de septiembre conmemore la muerte de alguien que no murió es muy significativo y resume muy bien la situación no ya sólo política sino filosófica en la que estamos. Indica hasta qué punto el mundo político no nacionalista está dispuesto a tragar con una mentira que todos sabemos que es una mentira para templar gaitas con el nacionalismo, para no irritarles, para no despertar su susceptibilidad”.
Carmen de Rivera, nuestra nueva diputada, resumió con una frase el espíritu que animará su trabajo en el Parlament de Cataluña: “no soy una política profesional, pero trabajaré en él de la manera más profesional posible”. C´s cuenta con Carmen con un activo político de extraordinaria magnitud.
Finalmente cerró el acto Albert Rivera, quien se puso del lado de los trabajadores catalanes en su reclamación de “menos banderas y más trabajo” a los políticos que ponían flores delante del monumento a Rafael Casanova, entre los que un año más estaba la presidenta del PP Catalán, Alicia Sánchez-Camacho.
Rivera criticó muy duramente la deriva nacionalista del PP en Cataluña y un PSC vendido al nacionalismo y a los fundamentalistas independentistas de ERC para mantenerse en el poder, señalando que C's es la única alternativa real al nacionalismo en Cataluña.
El presidente de Ciudadanos aseguró que C’s mejorará y consolidará los resultados electorales de 2006, lo que nos dará “la oportunidad de ayudar a decidir mayorías parlamentarias e incluso la formación del gobierno.
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