martes, 20 de julio de 2010

Guerra de banderas en Cataluña

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A raíz de la manifestación del 10J contra el estado de derecho, una serie de banderas han aparecido por los balcones catalanes, unas más legales y otras menos. A ellas se les han unido, en paralelo, las banderas españolas como soporte a nuestra Selección Española de Fútbol, que el 11J se proclamó campeona mundial. Un hecho sin precedentes que une a todos los españoles en un sentimiento más fuerte que el político.

José Cavero lo expresa en su artículo "Las dos banderas del momento", del que extracto lo siguiente:

La gran actualidad consiste hoy, o se sintetiza, en dos banderas distintas. De una parte, la bandera nacional, que se ondea en muchos balcones y que habrán llevado consigo esta tarde-noche miles y miles de jóvenes y personas de cualquier otra edad, para expresar su solidaridad y buenos deseos para la Selección Nacional de Fútbol, que ha jugado la Copa del Mundo que se viene disputando en los Campeonatos mundiales de Sudáfrica.


Pocas veces, o ninguna, como en esta ocasión, han florecido tantas banderas nacionales, en cualquier punto de España, y pocas veces se ha alentado tan abiertamente a los representantes de un deporte nacional como esta vez. La bandera nacional ha servido para unir los deseos de todos, y se ha hablado profusamente de la aparición de un sano y generalizado patriotismo al que, si acaso, sólo le bastó la letra del himno nacional para completar los festejos y celebraciones. La nación entera ha vibrado, durante varias semanas, al ritmo de las victorias conseguidas en los distintos encuentros deportivos, hasta el último de la tarde-noche de este domingo.


La otra bandera, con dos versiones distintas -con la estrella del independentismo y sin ella- es la catalana, que en la tarde del sábado tuvo un lugar y momento de protagonismo formidables por razón de la manifestación masiva -un millón, un millón cien, millón y medio de participantes, según los distintos cálculos y apreciaciones (75.000 según los estudios técnicos más serios)- que se sumaron a la protesta contra los recortes que el Tribunal Constitucional ha hecho del texto del Estatuto aprobado hace cuatro años por el Parlament de Cataluña, por las Cortes españolas y refrendado por los ciudadanos, y por la independencia de Cataluña (ese era el grito mayoritario).

Aquí podéis ver un ejemplo de una fachada barcelonesa, la mía, donde ondean dos banderas: la española, la de todos (en mi piso), y la estelada, la independentista catalana, la de los que quieren poner fronteras y separarnos del resto de los españoles.


Por cierto, ahí seguírá ondeando sin complejos la mía, la española, mientras ondee la otra bandera, la que quiere dividir a los españoles entre sí, y aislar a los catalanes.

Os dejo aquí el reportaje (un tanto alarmista, eso sí) que emitió telecinco el sábado pasado en La Noria:

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