Tras desvelar casos como el del coche tuneado de Benach, ABC recuerda los episodios que evidencian cómo la Generalidad derrocha dinero público. Los gastos van desde el aumento del número de altos cargos a los informes adjudicados a dedo o las subvenciones a las embajadas catalanas.
(Libertad Digital) El coche tuneado de Ernest Benach puso en evidencia la política de gastos del tripartito catalán y sus promesas de austeridad. Y es que la Generalidad ha destinado partidas presupuestarias a estudiar la chufa o diseñar un parchís, establecer embajadas en el exterior y subvencionar escuelas en otros países. De hecho, y como recuerda ABC, el propio Montilla cobra el doble que Zapatero.El tripartito catalán, que prometió en 2003 limitar gastos después de un gobierno de CiU caracterizado por los excesos y el favoritismo, cae ahora en los mismos defectos de forma amplificada. El número de altos cargos ha subido de 149 a 242, el personal de la Generalidad ha pasado de 126.510 a 180.000, y el de alta confianza ha pasado a ser de 323, contra los 227 de hace cinco años. Los asesores cobran como directores generales (87.000 euros al año), y Montilla ha decidido subirse el sueldo pese a votar a favor de congelar los de los diputados.
Igualmente, existe un acuerdo, firmado por todos los grupos, que permite a los consejeros que todavía conservan el acta de diputado cobrar dietas por desplazamiento pese a carecer de coche oficial. Este punto afecta directamente a Carod-Rovira, que al residir en Tarragona percibe una cantidad de 30.156 euros al año, mientras que Joan Saura, por ejemplo, se conforma con 21.605 euros por residir en Barcelona.
Precisamente Saura, recuerda ABC, fue muy crítico con la decisión de Benach de gastar 9.200 euros en decorar su coche oficial, pero muchos recordaron los 31 millones gastados en la remodelación de su departamento utilizando técnicas "Feng Shui" para mejorar el ambiente laboral. Saura también ha financiado una campaña corporativa institucional presupuestada en 1.019.828 euros, y además es responsable de elaborar informes técnicos encargados a dedo a personal externo afín, eso sí, al tripartito: 31 millones de euros. Dichos informes podían haber sido realizados por personal de la Generalidad, que como vuelve a recordar el diario, ha aumentado en sus años de Gobierno catalán.
"La evaluación de la población del pescado azúl": 140.000 euros. "Estudio, factores y manejo del cultivo de la chufa": 11.965 euros. "Estudio sobre plantas aromáticas, trufa negra y pasto de los Pirineos": 156.400 euros. "Seguimiento de la concha brillante": 27.956 euros. Todos ellos llevaron a la Fiscalía de Cataluña a investigar si el tripartito incurrió en delito.Uno de los departamentos que más dinero mueve es el de la Vicepresidencia, que gestiona Carod-Rovira. En el presupuesto de 2009 se contemplan 2.2 millones de euros para delegaciones, oficinas y misiones en el exterior: un 63 por ciento más de la cantidad designada el año anterior. Y es que Carod tiene previsto abrir "embajadas" en México y Argentina, cuyos responsable, a su vez, cobrarán 87.569 euros anuales.
Carod también controla las ayudas a entidades dedicadas a fomentar el catalán. Durante los seis primeros meses de 2008 se repartieron 6 millones de euros a colegios franceses, casas regionales distribuídas por todo el mundo o entidades deportivas menores (la federación de bolos, o la de fistball) que promocionen el nacionalismo a través del deporte. De hecho, la Asociación para el reconocimiento internacional de las selecciones deportivas ha cobrado 275.000 euros en esos seis primeros meses de 2008.Las ayudas al pancatalanismo han supuesto a lo largo de 2007 todo un clásico de la vicepresidencia, ironiza ABC. Subvenciones que superan los dos millones a entidades con sede en la Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón o el Sur de Francia tienen como finalidad fomentar la identidad catalana en dichos territorios.
Y el alquiler de oficinas, que acapara más de cien millones de euros anuales y otros 23 millones en mensajería debido a la dispersión de las dependencias administrativas (lo que obliga también a aumentar el parque móvil para los más de 200 altos cargos: 95 vehículos y 134 conductores en plantilla). Dicha flota oficial es, de todas formas, insuficiente, ya que la Generalidad también se vio obligada a gastar a una empresa de taxis de lujo para cubrir todos los servicios necesarios.
Pero el Gobierno de Montilla tiene la receta para sufragar parte de estos gastos: iniciativas como las multas a los comercios que no rotulen en catalán, que han recaudado hasta la fecha 241.475 euros después de 420 sanciones.
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