¡Enhorabuena, Carme Chacón! Ya sois uno más en la familia, y afortunadamente todo salió bien, a pesar del pequeño adelanto sobre la fecha prevista. Por cierto, qué suerte tuviste, que te coincidió la visita rutinaria al médico en San Juan de Dios (Esplugues) con una reunión del PSC, eso sí que es cuadrarlo todo al milímetro. Y qué suerte, que el Hospital está a escasos metros de tu casa de Esplugues, con tu familia cerca para echarte una mano con el pequeño, antes de iros todos a Madrid.
Me alegro que el pequeño Miquel, a pesar del adelanto de fecha, esté en perfecto estado, y en condiciones de viajar con sus padres a Madrid, al pequeño pisito de 400 metros cuadrados, cortesía del Mº de Defensa. Eso sí que es nacer con un pan debajo del brazo, con casas en Esplugues y en Madrid.
Lo que no acabo de entender, Carme, es algo que te escuché decir al salir del Hospital, ante las cámaras de TV: "el niño se llamará Miquel, como su padre". ¿Pero su padre no se llama MIGUEL? Carme, Carme, ¿has hecho que Miguel Barroso se cambie el nombre por Miquel? ¿tan lejos llegas con la "normalización" lingüística, de la que eres tan ferviente defensora? Que yo sepa, Miguel y Miquel no son lo mismo, ya que están expresados en diferentes idiomas. Ni a mí me gustaría que me llamasen Lluís, siendo Luis mi nombre, ni a tí que te llamen Carmen. Supongo que, con la emoción de ser madre, te habrás despistado, no te preocupes, es el mismo lapsus que suelen tener quienes desean ser más "catalanes" que nadie, y se hacen traducir los nombres, renegando de sus raíces originales. Por cierto, ¿te has llamado siempre Carme, o antes eras Carmen? y tu apellido ¿de dónde es originario, de Andalucía o de Cataluña? No te agobies, Carme, a nosotros, los ciudadanos que integramos CIUDADANOS (C's) eso nos da igual. Nos importan las personas, con independencia de dónde hayan nacido, de cuál sea su idioma habitual, de cómo se llamen, y de dónde provengan.
Me alegro que el pequeño Miquel, a pesar del adelanto de fecha, esté en perfecto estado, y en condiciones de viajar con sus padres a Madrid, al pequeño pisito de 400 metros cuadrados, cortesía del Mº de Defensa. Eso sí que es nacer con un pan debajo del brazo, con casas en Esplugues y en Madrid.
Lo que no acabo de entender, Carme, es algo que te escuché decir al salir del Hospital, ante las cámaras de TV: "el niño se llamará Miquel, como su padre". ¿Pero su padre no se llama MIGUEL? Carme, Carme, ¿has hecho que Miguel Barroso se cambie el nombre por Miquel? ¿tan lejos llegas con la "normalización" lingüística, de la que eres tan ferviente defensora? Que yo sepa, Miguel y Miquel no son lo mismo, ya que están expresados en diferentes idiomas. Ni a mí me gustaría que me llamasen Lluís, siendo Luis mi nombre, ni a tí que te llamen Carmen. Supongo que, con la emoción de ser madre, te habrás despistado, no te preocupes, es el mismo lapsus que suelen tener quienes desean ser más "catalanes" que nadie, y se hacen traducir los nombres, renegando de sus raíces originales. Por cierto, ¿te has llamado siempre Carme, o antes eras Carmen? y tu apellido ¿de dónde es originario, de Andalucía o de Cataluña? No te agobies, Carme, a nosotros, los ciudadanos que integramos CIUDADANOS (C's) eso nos da igual. Nos importan las personas, con independencia de dónde hayan nacido, de cuál sea su idioma habitual, de cómo se llamen, y de dónde provengan.
«Tener un hijo no se puede comparar con nada», asegura Carme Chacón
Ayer abandonó el hospital con su bebé en brazos, que «se encuentra muy bien», y el próximo lunes se irán a vivir a la sede del Ministerio de Defensa
24.05.08 - MARTA ARMENGOL
La ministra de Defensa, Carme Chacón, abandonó ayer a mediodía el hospital público Sant Joan de Déu, en su localidad natal de Esplugues de Llobregat (Barcelona), donde el pasado lunes dio a luz a su hijo, Miquel. Chacón, que aseguró a la salida del centro que ella y su hijo se encuentran «muy bien», pasará el fin de semana en Esplugues, y el lunes se trasladará a Madrid junto a su familia.
La ministra salió del centro médico con el pequeño Miquel en brazos y acompañada de su marido, el ex secretario de Estado de Comunicación Miguel Barroso, y del equipo de ginecólogos que la atendieron estos días, que la despidieron en la puerta. Al salir, cuatro días después de dar a luz, Chacón oyó el aplauso espontáneo que le dedicaron las personas que en esos momentos se encontraban en los accesos al hospital.
La responsable de Defensa dijo sentir una gran alegría por su reciente maternidad. Tener un hijo dijo, es «una cosa maravillosa, que no se puede comparar con nada». Tanto ella como el niño, detalló, se encuentran «muy bien» tras el pequeño «susto» que supuso el adelanto del parto, previsto para comienzos de junio. «Afortunadamente no todo se puede controlar, la madre naturaleza tiene estas cosas y Miquel tenía ganas de salir», explicó la feliz mamá. Chacón, su marido y su hijo se trasladarán el lunes al apartamento de unos 400 metros cuadrados ubicado en la última planta del Ministerio de Defensa, en Madrid. Ello le permitirá, señaló, «estar en contacto» con todos sus colaboradores y «atenta a todo lo que ocurre» mientras cuida de su hijo.
Baja compartida
La ministra y su marido han decidido compartir las dieciséis semanas a las que tienen derecho en concepto de baja por maternidad. Ella disfrutará de las primeras ocho semanas de permiso, y su esposo de las ocho siguientes. «Vamos a compaginar a partir de ahora, como tantas parejas hacen, nuestra vida profesional con la familiar», señaló la ministra.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló ayer al término de la reunión del Consejo de Ministros que el alumbramiento de Chacón ha sido «una alegría para todos» por el afecto personal que le profesan sus compañeros del gabinete y por ser la primera ministra de España que «estando en activo ha sido madre». Destacó, en ese sentido, que «no se trata sólo de una curiosidad fruto del azar, sino también de un símbolo de la España que queremos construir, que consiste en que ninguna madre tenga que elegir entre un trabajo y un hijo».
Carme Chacón dio a luz el lunes a Miquel, que nació con un peso de 2.800 gramos. La ministra había acudido por la mañana al hospital para una revisión rutinaria, pero visto su avanzado estado, los médicos decidieron ingresarla. El bebé nació a las 17.40 horas sin complicaciones.
Noticia recogida en EL DIARIO MONTAÑES. Recomiendo leer los comentarios de los lectores, son francamente interesantes sus puntos de vista.
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