Nunca me gustaron los boicots, ni los chovinismos baratos. Nuevamente asistimos en Barcelona al último ejemplo de cómo el nacionalismo nubla las mentes, impregnado en un ambiente de exaltación patrio de lo “nostre i catalá” frente a lo cosmopolita. Siempre cerrando fronteras en lugar de abrirse al mundo, y a la realidad evidente.
La última polémica parte de un supuesto agravio contra la música catalana, en opinión del columnista Jordi Bianciotto, de El Periódico, quien criticó en su columna que el “San Miguel Primavera Sound” no promocionara más la música en catalán y optase por ser un festival cosmopolita. ¡Oh, cielos! Un festival “apátrida”, con una programación independiente de música pop internacional, que no incluye música en catalán. ¡Qué grave atrevimiento! Ante esta crítica al criterio seleccionador del Festival, uno de los directores, Gabi Ruiz, decidió retirarle la acreditación a ese periodista. A ello siguieron una serie de comentarios en twitter, que devinieron en polémica en la red, con muchos reproches al organizador por sus presuntos insultos y por hablar del “provincianismo disfrazado de nacionalismo barato” al referirse a la actitud de Bianciotto. Un comentario, para mí, absolutamente certero y descriptivo de la situación que vivimos en este “oasis” catalán.
A la vista de las críticas, la organización del festival decidió devolverle su acreditación, lo que le permitiría seguir accediendo gratis a todos los conciertos, a los que por cierto nunca se le prohibió el acceso, tal como algunos insinuaban a través de twitter.
Como ya es habitual en estas tierras, en cuanto alguien se enfrenta al régimen nacionalista catalán, surgen voces que, en lugar de defender su postura de forma constructiva, optan por la confrontación, promoviendo el boicot, desde las redes sociales, especialmente en twitter y en los foros de la web Racó Catalá. Un absurdo boicot contra la patrocinadora del festival, San Miguel, y ya de paso contra el slogan de su spot “Ciudadanos de un lugar llamado mundo”, que contiene un mensaje absolutamente contrapuesto al nacionalismo. Curiosamente, este slogan ya había sido lanzado hace un año, sin recibir críticas nacionalistas entonces, pero ahora que ven “amenazada” la cultura musical catalana por un festival pop internacional, reaccionan con carácter retroactivo contra todo.
En las cervezas, más que en otros productos, es habitual apelar al orgullo de país, nación, región, pueblo, o incluso equipo de fútbol. Ya el año pasado, cuando San Miguel lanzó su slogan, me sorprendió gratamente que una marca de cerveza apelara al sentimiento de universalidad, de ciudadanía del mundo, valores con los que coincido, frente a las que hablan del orgullo localista de ser mediterráneos, andaluces, gallegos, zaragozanos, barceloneses, culés, etc. ¡Cómo si sentirse de un sitio u otro influyera para beber cerveza! Quizás el hecho de ser la cerveza española más internacional, con mayor tradición exportadora, haya influido a la hora de definir este slogan. O quizás sea simplemente una forma de diferenciarse en positivo de las marcas que se basan en un localismo, que acaba convirtiéndose en chovinismo. En todo caso, alabo la elección del lema, porque yo también me considero “Ciudadano del mundo”, política y personalmente.
Nunca he sido fan acérrimo de ninguna marca de cerveza por los valores que transmite, más allá de su sabor y su capacidad para calmar la sed. Existe una amplia gama de aromas y sabores dentro de su sabor genérico, hay muchas marcas buenas, y todo es cuestión de gustos o de costumbres. Al fin y al cabo, la variedad de sabores es positiva, evita el aburrimiento gustativo, y enriquece nuestra capacidad de apreciar sus diferencias. Igual que en política, o que en la vida, conocer diferentes puntos de vista, diferentes ideas, diferentes opiniones, nos enriquece como personas.
Pocas cosas hay tan amenas como una charla con amigos, con diferentes puntos de vista, abiertos a nuevas ideas, y con unas cervecitas en la mano (cada uno de la marca que prefiera, pero sin boicotear a ninguna).
Luis Fernández del Campo
Miembro del Consejo General de C's y portavoz en Esplugues
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