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Nuestra amiga Almudena Negro reflexiona sobre el otoño que se nos avecina, en su artículo publicado en DIARIO CRITICO. Aprovechemos bien este cálido verano para cargar las pilas, que en otoño ya será otras cosa.
Menuda la que está liando el sátrapa proamericano Mohamed VI en la frontera de Ceuta y Melilla. Porque, por mucho que disimulen, no hay persona con dos dedos de frente que no sepa que la cosa del boicot de las las asociaciones civiles que tiene como fin evitar que a la población de Ceuta y Melilla lleguen frutas, verduras y pescado, es cosa del ambiguo y autoritario “hermano” del Rey de España. Y es que hasta Mohamed se ha dado cuenta que a Rodríguez Zapatero le quedan en la poltrona dos telediarios. Le hagan caso sus góticas o no. Y él, de fiesta en fiesta, no ha pescado en el río revuelto lo que quería. Se confió. Y tal vez sea tarde para que el en momentos de crisis desaparecido Miguel Ángel Moratinos se ponga de alfombrilla y ZP permita la anexión de las ciudades que jamás a lo largo de la historia fueron marroquís. Así que, para contentar al fundamentalismo islámico, hay que provocar como todos los veranos a España. Varios Policías Nacionales han resultado heridos como consecuencia de las agresiones sufridas sin que el gobierno español haya elevado la voz, no sea que moleste al moro. También la Unión Europea se está cubriendo de gloria al permitir agresiones en una frontera “Schengen”. Sentando precedente.
Por su parte, la banda terrorista ETA vuelve a las andadas con el PSOE. Brian Currin, ese sujeto dedicado a ganarse la vida a costa de chapotear en sangre ajena, o sea, a la infamia que ZP llama “procesos de paz”, lo ha dejado bien claro: se está negociando. Aunque la cosa ahora asevera anda ahora algo parada. Será cosa del verano, porque antes de octubre dicen que el acuerdo debe de estar listo. El PNV, por su parte, deja claro que ellos no son los únicos que se reúnen con los de Batasuna, que es lo mismo que ETA. Los de Patxi López, quizá sean los de Javier Rojo, parece que andan en las mismas. En las negociaciones con asesinos. Asesinos que poco a poco van siendo acercados a cárceles cercanas a sus domicilios. ¿Traspasará ZP la competencia en materia penitenciaria al gobierno autonómico y concederá éste beneficios a sanguinarios psicópatas? Después de la infame sentencia del Tribunal Constitución toca el País Vasco. Y Navarra. Mientras, el PP prefiere inexplicablemente confiar en “Rubalcaba si te agachas te la clava” y mirar hacia otro lado. Las víctimas, hacen bien, ya no se fían de nadie.
El más que amortizado José Montilla, que ya no coloca la deuda catalana porque no hay inversor nacional o extranjero que se fíe un pelo de que la hasta las cejas endeudada Cataluña –es posible que España tuviera que rescatar alguna autonomía y ésta, que representa solita más del 26% de la deuda de las CC.AA., sería la primera en quebrar- sea una buena inversión, anda amenazando, en nombre del nacionalsocialismo catalán, con romper el PSOE en el Congreso de los Diputados. Qué lástima. Y las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina. El populista Anglada pisa fuerte. Su cuna de votos, el socialismo de los barrios obreros que antaño votaba PSC. El tibio PPC, ansioso por pactar con los ultranacionalistas de Artur Mas, está desaparecido. En realidad desapareció hace ya años. Ciudadanos, el único partido no nacionalista que concurre al proceso electoral en Cataluña, parece que, contra todo pronóstico y por mérito de su presidente Albert Rivera, podría resistir. UPyD no pasa de broma pesada. Ángel Hernández anda conspirando a todo meter.
Pepiño, antaño Don José, hoy otra vez transformado en perrito faldero de su amo, amenaza a las clases medias y los pocos trabajadores que aún quedan en esta España destrozada, con subir los impuestos hasta asfixiarlas o hacerlas desaparecer. Pagar como europeos, ganando la mitad que los europeos y sin recibir servicios dignos de tal nombre. Un saqueo en toda regla.
Vaya otoño calentito se nos presenta. Como para salir corriendo.
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