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2010 se presenta como un año decisivo para el devenir de la nación española. No sólo porque la depresión económica se hará notar en toda su magnitud y dramatismo y deparará numerosos sobresaltos a aquellos que llevan varios años haciendo suya la táctica del avestruz, sino porque es el año de la gran encrucijada política. 2010, el año en que España, por obra y gracia de José Luis Rodríguez Zapatero y la inacción de una desprestigiada Casa Real, más preocupada por un “quítame allá ese cuadro de Dalí” que por la destrucción de la nación que justifica la propia existencia de la Monarquía, se juega su supervivencia como nación tal y como la hemos conocido hasta ahora. Y junto con la nación nos jugamos nuestra libertad en el marco de una Europa sin valores que avanza lentamente hacia el populismo. Esa libertad que siempre conlleva responsabilidad, y que algunos, demasiados, temen, desprecian, pisotean y liquidan.
Se celebran el año que viene elecciones autonómicas catalanas y el escenario está bastante claro: la abstención podría convertirse en la tercera fuerza política catalana. El PSC, cuya credibilidad de la mano de los incompetentes Chacón, Montilla y Corbacho está seriamente tocada, se encuentra en franco retroceso y podría obtener en las urnas los peores resultados de los últimos años. CiU, clara ganadora de los próximos comicios según todas las encuestas, está viendo cómo le pasan ahora, el socialismo oficial está en baja, facturas por escándalos de corrupción de los tiempos del pujolismo. Escándalos que afectan directamente al corazón de la formación nacionalista. Aún, según cuentan en mentideros varios, veremos más furgones policiales llevarse detenidos a cargos políticos. Los del PP de los “Fernández la familia sí importa”, Alicia Sánchez Camacho y Mariano Rajoy por su parte andan viendo a ver cómo acallan cualquier voz crítica con los desvaríos del nacionalismo socialista y se convierten en una sucursal de los de Artur Mas, confundiéndose con el tenebroso paisaje. En juego, según sus cálculos, el futuro gobierno de la nación española. UpyD ni está ni se le espera. En Gerona sin ir más lejos por no tener no tiene ni afiliados. El partido de Rosa Díez es sencillamente inexistente en el oasis. Después de la alocada propuesta de federalismo aprobada en el Congreso de UpyD no tienen nada que rascar, sí mucho que fastidiar, en Cataluña. Fastidiarán.
Si a todo eso le sumamos la totalitaria y reveladora actitud de la llamada prensa “de Barcelona” convertida, en algunos casos siempre lo fue, en boletín oficial del Caudillo, es indudable que se presenta una ocasión de oro para los hasta hace poco dados por muertos “Ciudadanos” del joven Albert Rivera, quien en las últimas semanas ha recuperado el control de su grupo parlamentario y las ganas de presentar batalla al nacionalismo en todo el territorio nacional.
Es la última oportunidad que tienen los “Ciudadanos” para retomar el ideario que, como afirmaba este fin de semana el líder de la formación en la presentación de unas maratonianas jornadas de trabajo celebradas en un hotel sito en las afueras de Madrid, justificó la fundación del joven partido: la “igualdad en derechos y obligaciones entre españoles”, la “regeneración democrática”, tan necesaria cuando la corrupción total y absoluta del sistema es ya percibida claramente por la inmensa mayoría de los ciudadanos, y la liquidación de una vez de la partitocracia. Buen comienzo han tenido denunciando la postura de los editores catalanes, cuya dignidad según algunas informaciones vale exactamente 28 millones de euros, al solicitar en sede parlamentaria conocer las dádivas recibidas por los oligarcas cómplices con el régimen parasitario que gobierna Cataluña (y España), quienes pretenden mantener su estatus privilegiado a costa de liquidar la convivencia democrática y pacífica entre españoles.
De la capacidad de asumir errores cometidos en el pasado y aprender de ellos así como de integrar en su proyecto a numerosas personas, de la humildad necesaria para analizar de forma realista el panorama político para presentar propuestas innovadoras, ilusionantes e incluso rupturistas, de la definición de un programa político serio basado en la defensa de las libertades individuales y en sólidas convicciones, así como de la ruptura del cordón sanitario que los medios de comunicación, todos, han creado en torno a esta formación política dependerá la consolidación o desaparición de la última brizna de esperanza del oasis. Lo que suceda sólo de ellos depende. Tiempo habrá para analizarlo en esta columna.
Adenda: El grupo de Facebook “Yo NO me adhiero al editorial ‘La dignidad de Catalunya’ ha conseguido reunir a más de 1800 personas en 72 horas. Suma y sigue.
(Publicado en Diario Siglo XXI)
Se celebran el año que viene elecciones autonómicas catalanas y el escenario está bastante claro: la abstención podría convertirse en la tercera fuerza política catalana. El PSC, cuya credibilidad de la mano de los incompetentes Chacón, Montilla y Corbacho está seriamente tocada, se encuentra en franco retroceso y podría obtener en las urnas los peores resultados de los últimos años. CiU, clara ganadora de los próximos comicios según todas las encuestas, está viendo cómo le pasan ahora, el socialismo oficial está en baja, facturas por escándalos de corrupción de los tiempos del pujolismo. Escándalos que afectan directamente al corazón de la formación nacionalista. Aún, según cuentan en mentideros varios, veremos más furgones policiales llevarse detenidos a cargos políticos. Los del PP de los “Fernández la familia sí importa”, Alicia Sánchez Camacho y Mariano Rajoy por su parte andan viendo a ver cómo acallan cualquier voz crítica con los desvaríos del nacionalismo socialista y se convierten en una sucursal de los de Artur Mas, confundiéndose con el tenebroso paisaje. En juego, según sus cálculos, el futuro gobierno de la nación española. UpyD ni está ni se le espera. En Gerona sin ir más lejos por no tener no tiene ni afiliados. El partido de Rosa Díez es sencillamente inexistente en el oasis. Después de la alocada propuesta de federalismo aprobada en el Congreso de UpyD no tienen nada que rascar, sí mucho que fastidiar, en Cataluña. Fastidiarán.
Si a todo eso le sumamos la totalitaria y reveladora actitud de la llamada prensa “de Barcelona” convertida, en algunos casos siempre lo fue, en boletín oficial del Caudillo, es indudable que se presenta una ocasión de oro para los hasta hace poco dados por muertos “Ciudadanos” del joven Albert Rivera, quien en las últimas semanas ha recuperado el control de su grupo parlamentario y las ganas de presentar batalla al nacionalismo en todo el territorio nacional.
Es la última oportunidad que tienen los “Ciudadanos” para retomar el ideario que, como afirmaba este fin de semana el líder de la formación en la presentación de unas maratonianas jornadas de trabajo celebradas en un hotel sito en las afueras de Madrid, justificó la fundación del joven partido: la “igualdad en derechos y obligaciones entre españoles”, la “regeneración democrática”, tan necesaria cuando la corrupción total y absoluta del sistema es ya percibida claramente por la inmensa mayoría de los ciudadanos, y la liquidación de una vez de la partitocracia. Buen comienzo han tenido denunciando la postura de los editores catalanes, cuya dignidad según algunas informaciones vale exactamente 28 millones de euros, al solicitar en sede parlamentaria conocer las dádivas recibidas por los oligarcas cómplices con el régimen parasitario que gobierna Cataluña (y España), quienes pretenden mantener su estatus privilegiado a costa de liquidar la convivencia democrática y pacífica entre españoles.
De la capacidad de asumir errores cometidos en el pasado y aprender de ellos así como de integrar en su proyecto a numerosas personas, de la humildad necesaria para analizar de forma realista el panorama político para presentar propuestas innovadoras, ilusionantes e incluso rupturistas, de la definición de un programa político serio basado en la defensa de las libertades individuales y en sólidas convicciones, así como de la ruptura del cordón sanitario que los medios de comunicación, todos, han creado en torno a esta formación política dependerá la consolidación o desaparición de la última brizna de esperanza del oasis. Lo que suceda sólo de ellos depende. Tiempo habrá para analizarlo en esta columna.
Adenda: El grupo de Facebook “Yo NO me adhiero al editorial ‘La dignidad de Catalunya’ ha conseguido reunir a más de 1800 personas en 72 horas. Suma y sigue.
(Publicado en Diario Siglo XXI)
1 comentario:
Parece ser que a algunos no les hace gracia que C's siga trabajando con una vitalidad inquebrantable. Peor para ellos.
Ciudadanos es la única alternativa hoy en día que puede ayudar a regenerar la política española.
Y cada vez hay más gente que se está dando cuenta de ello, como bien muestra la crónica que aquí se adjunta.
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