miércoles, 9 de septiembre de 2009

Calentando motores para la Diada: antorchas independentistas contra España

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(La Voz Libre)


24 localidades se preparan para una marcha que Ciudadanos ha comparado con el nazismo




Arrancan motores para la Diada, mientras el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol se desquita en Onda Cero diciendo que el Tribunal Constitucional "no merece respeto". "Sus miembros están caducados, porque están politizados, porque obedecen a consignas de partido y porque están preocupados por quién va a ser el próximo presidente".

El proceso que está sufriendo el Estatuto desde su aprobación en el Parlamento autonómico hasta ahora es, a juicio de Pujol, “realmente grotesco”, de lo que ha culpado al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque también ha admitido que Cataluña ha cometido errores.

Pujol se muestra así de tajante dos días antes de la celebración de la Diada, festividad catalana que conmemora la caída de Barcelona a manos de las tropas borbónicas hace más de dos siglos. Viene siendo habitual que la Diada se aproveche por miembros de varios grupos radicales para reclamar la independencia territorial, política y económica.

Este año, 24 poblaciones catalanas (Esplugues de Llobregat, entre ellas) se preparan para reivindicar la independencia de Cataluña guiadas por diversas organizaciones independentistas y algunos ayuntamientos con una marcha de antorchas que se celebrará la víspera de la Diada, la noche del 10 de septiembre.

Entre las entidades organizadoras se encuentran ERC, JERC, CUP, Coordinadora d’Associacions per la Llengua catalana (CAL), Deumil.cat, Comissió 100 anys d’Estelada, Òmnium Cultural o la Joventut Nacionalista de Catalunya, así como los ayuntamientos de Calders y de Tordera.

La web de la organización recuerda que se pueden pedir subvenciones a los ayuntamientos, consejos comarcales u otros entes para sufragar una parte o la totalidad del gasto del acto (dependiendo del presupuesto, pero puede incluir las antorchas, anuncios, carteles, dípticos, rótulos, espectáculos y equipos de luz y sonido).

Se trata de una celebración que para algunos, como para Ciudadanos (C's) es una "exaltación del fascismo y del nazismo por su exactitud con los actos convocados por el régimen nazi en los años 30".

Según C's, "en aquella época, el régimen nazi convocaba este tipo de marchas nocturnas la vigilia de alguna fecha señalada o por rendir homenaje a sus ídolos como, por ejemplo, cuando las juventudes hitlerianas saludaron al nuevo canciller del Reich, Adolf Hitler, la noche del 10 de enero de 1933 para conmemorar su nombramiento. También las llevaba a cabo Benito Mussolini".

Ciudadanos ha presentado esta semana la campaña 'Vamos a contar diadas' basada en un juego interactivo, con la intención de "desmontar y refutar las mentiras históricas sobre las que se sustenta argumentalmente el independentismo catalán desde la pedagogía y los datos históricos".

“Los políticos nacionalistas catalanes están en su derecho de defender la independencia de Cataluña, pero lo que no pueden hacer es justificar su proyecto político manipulando y falseando la historia. En fechas como éstas es necesario recordar que la construcción de la nación sobre el mito ha sido siempre uno de los rasgos distintivos de los proyectos políticos totalitarios”, señaló el portavoz del partido, Jordi Cañas. Es por esta razón por la que los diputados de Ciudadanos no acudirán a los actos oficiales de la Diada.

NOTA: Cabe mencionar que diversas agrupaciones de C's han solicitado a varios ayuntamientos (Girona, Esplugues de Llobregat, entre otros) que impidan esta marcha por exaltación del nazismo (ver noticia relacionada).

Lamentablemente, la potestad para autorizar o denegar una manifestación de este tipo es de la Generalitat, motivo por el cual los ayuntamientos se lavan las manos ante la celebración este tipo de actos, y todos conocemos la ideología del tripartito ante las manifestaciones independentistas (total permisividad), aún a pesar de los incidentes violentos que muchas veces se vienen produciendo. Cabría plantearse si la Generalitat autorizaría una manifestación de signo contrario con igual facilidad.

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