Siempre me pareció una obra interesante (tanto el libro como la película con Anthony Queen), de la que podrían surgir nuevas versiones. Si la Iglesia hiciera lo que se plantea en esta película, a muchos nos sorprendería gratamente. Eso sí que sería todo un ejemplo de sacrificio, ser capaces de renunciar a todos sus bienes para conseguir un bien mayor (en el caso de esta obra, paliar el hambre en el mundo). Y ese ejemplo, ¿cundiría?
Aunque hoy en día ¿quién estaría dispuesto a renunciar a sus lujos y placeres mundanos, por contribuir a una buena causa? ¿la Iglesia? ¿los políticos? ¿los empresarios? ¡qué va! en este país (España), e incluso en este mundo, nadie dimite. Todos se aferran a sus poltronas, escaños, sillones, etc..
Pero esto es solo un sueño... ¿o no?
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